El próximo 8 de septiembre, el Ejecutivo a través de la Secretaría de Hacienda entregará al Congreso de la Unión los Criterios Generales de Política Económica para el año 2024, la iniciativa de Ley de Ingresos y el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, conocidos como paquete económico.
De acuerdo con el más reciente análisis de CIBanco, México llega con poco margen de maniobra, en un entorno de creciente gasto público ya comprometido e insuficientes recursos fiscales para respaldarlo.
«Asimismo, en la presente administración del presidente López Obrador algunas métricas de finanzas públicas se han deteriorado un poco, en particular las del déficit fiscal. Esto es, los incrementos de gasto han sido mayores al de los ingresos presupuestados».
De acuerdo con el documento será un presupuesto complejo para un año difícil dado que en los primeros ejercicios fiscales de esta administración le ayudó al gobierno federal la existencia de recursos financieros en los fondos de estabilización, sin embargo, actualmente estos recursos prácticamente se han extinguido.
«En los últimos dos años le ha beneficiado que el desempeño económico ha mostrado una mayor resiliencia de lo esperado por la mayoría de los analistas, por lo que sus premisas de crecimiento se han cumplido, lo que ayuda a que no se caiga la recaudación, sobre todo tributaria».
En este sentido, Hacienda ya adelantó que proyectará un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 3 y 4 por ciento para 2024 en los Pre-Criterios de Política Económica, nivel parecido al estimado para 2023.
Pero el análisis advierte que en 2024 es probable que la economía mexicana se desacelere y con ello habría menores recursos fiscales, dificultando el cumplimiento de las metas.
«En este 2023 uno de los principales ingresos que ha sostenido la recaudación ha sido el ISR de las grandes empresas. Difícilmente sería un evento sostenible a lo largo del tiempo».
El documento advierte que esta probable reducción de recursos implicaría una mayor vulnerabilidad financiera ante eventos imprevistos. A esto se suma el crecimiento del gasto público, que se ha centrado en transferencias directas de efectivo, lo que crea rigidez adicional en la reducción del gasto debido a su alta carga política.
De acuerdo con el análisis en un año electoral, este sesgo político se podría intensificar, tanto en la distribución en la estructura programática, como en los valores asignados. Por ejemplo, ya se anunció que el programa de para adultos mayores aumentará de 4 mil 800 a 6mil pesos bimestrales.
Pemex presionará el paquete económico
La necesidad de financiamiento continuo para Petróleos Mexicanos (Pemex) pondrá más presión sobre los recursos del gobierno federal.
Incluso se filtró que el presupuesto podría incluir recursos para que Pemex haga frente a sus compromisos de vencimiento de pagos en 2024, que en total ascienden a 11 mil millones de dólares.
CIBanco advierte que es muy probable que se intente de definir una nueva trayectoria de contención para la deuda pública.
Sin embargo, esta contención no garantiza que su trayectoria de largo plazo sea sostenible, lo cual, en última instancia, dependerá de la solidez de las fuentes de ingreso para respaldar los crecientes compromisos de egresos.
«Esto es, de nada sirve mantener niveles cercanos al 50% de deuda como porcentaje del PIB, si no existe un plan sostenible de mejora recaudatoria continua».
De acuerdo con el documento, a pesar de los retos y riesgos que ofrecen las finanzas públicas, el gobierno todavía tiene espacio de deterioro de déficit público antes de ser observado por las calificadoras de deuda.
«Quizá la presión más fuerte y necesidad de reforma se presentará más evidente con el próximo gobierno», concluye el banco.
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