Nuevo Vallarta, Nayarit.- Los banqueros no le temen al tema del rescate financiero implementado durante el gobierno del expresidente Ernesto Zedillo hace más de 30 años, conocido como Fobaproa.
Julio Carranza, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), aseguró que «se vale revisar» aquel proceso que generó una de las deudas públicas más significativas en la historia del país.
Carranza contrastó la situación de la banca en aquel entonces con la actual, señalando que la falta de una regulación robusta convirtió al sector en parte del problema. «
Lo que pasó en aquel entonces es que debido a que no teníamos una regulación tan completa como la tenemos hoy, la banca era parte del problema en aquel entonces, hoy estamos con una regulación con los mejores estándares a nivel mundial, y esto nos permite tener hoy una banca muy fuerte», enfatizó durante la 88 Convención Bancaria.
En la misma línea, Eduardo Osuna, vicepresidente de organización de la ABM, defendió la medida implementada en su momento, calificándola como un «rescate dirigido a los depositantes para preservar el sistema de pagos» y crucial para evitar una crisis aún más profunda.
Osuna explicó que el Fobaproa permitió que los ahorradores recuperaran sus depósitos, destacando que de los 18 bancos que conformaban el sistema, solo cuatro no terminaron en quiebra, y de estos, únicamente uno no cambió de dueño en el proceso de recapitalización.
El vicepresidente de la ABM respaldó la solidez actual del sector bancario mexicano, atribuyéndola directamente a las lecciones aprendidas de la crisis de 1994 y a la fortaleza del marco regulatorio vigente.
Suspender pagos del Fobaproa sería gravísimo
Raúl Martínez Ostos, también vicepresidente de la ABM, fue enfático al señalar las graves implicaciones que tendría para el sector y para la estabilidad económica del país una eventual suspensión del pago de los pagarés emitidos para financiar el rescate.
«Si se dejara de pagar la deuda que hoy es del IPAB, es deuda pública, sería gravísimo, porque al final consolida con la deuda del gobierno federal y eso sería un incumplimiento y claramente se mandaría una señal muy negativa hacia el mercado y en general a todos los acreedores de México, locales e internacionales, y eso generaría un riesgo adicional al que se tiene».
Las declaraciones de los líderes de la ABM abren un debate sobre un tema que ha marcado la historia económica reciente de México.
Si bien reconocen la necesidad de analizar el pasado, también subrayan la importancia de mantener la estabilidad y la confianza en el sistema financiero actual, advirtiendo sobre las consecuencias negativas de un posible incumplimiento de las obligaciones derivadas del rescate bancario.
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