Por Enrique Hernández
“Aléjense del papel y la moneda… compren Bitcoin, o ya de plano inviertan en oro”, tiró Ricardo Salinas Pliego, dueño del Banco Azteca.
Esa recomendación del multimillonario, quien es un promotor de los criptoactivos en El Salvador, es lanzada en momentos en que el dinero digital está tocando una cotización cercana a los 100 mil dólares.
Este empresario mexicano ha sido un impulsor a través de su banco comercial de la inversión en onza troy de plata, una apuesta de inversión poco socorrida en tiempos de alta turbulencia.
Y ahora el dueño de Elektra, una empresa con operación en México, Centroamérica y Sudamérica, pide dejar de usar el papel y las monedas. Y todos deben irse al Bitcoin.
“El Bitcoin ha sido objeto de debate desde su creación en 2009. Ha sido considerado como una revolución financiera, una burbuja especulativa y, más recientemente, como el nuevo oro y un activo refugio en tiempos de incertidumbre económica”, revela Antonio Alcón, asesor financiero certificado en la revista ActivTrades.
Agrega que la comparación con el oro y la idea de que Bitcoin puede funcionar como un refugio seguro en momentos de volatilidad del mercado han ganado fuerza en los últimos años.
Mientras que el oro tiene una larga historia como activo refugio, Bitcoin es un fenómeno relativamente nuevo y aún está ganando aceptación como reserva de valor en la comunidad financiera, señala.
Además, el oro tiene aplicaciones industriales y valor intrínseco, mientras que el valor de Bitcoin se basa principalmente en la confianza y la adopción del mercado, señala Antonio Alcón.
Y ese boom del Bitcoin se ve reflejado en una ganancia de 120% entregada entre enero y al 27 de noviembre de 2024 a los inversionistas de la criptodivisa, según ActivTrader, la plataforma de trading de ActivTrades.
Al 27 de noviembre de 2024, el precio de cotización del Bitcoin tocó los 96 mil 744 dólares, cuando al inicio del año se subastaba en los 43 mil 919 dólares.
El oro, un metal usado como inversión en los mercados financieros desde el 12 de septiembre de 1919, ha dado un rendimiento del 28.93 por ciento a los negociantes.
El metal precioso concluyó la jornada en 2 mil 636.98 dólares al 27 de noviembre de 2024, cuando enero de este año estaba en 2 mil 045.15 dólares.
“Con la guerra en Europa del Este escalando y la incertidumbre económica en aumento, se espera que el oro mantenga su atractivo como refugio seguro”, asegura Ion Jauregui, analista de mercados de ActivTrades.
En el corto, plazo los mercados estarán atentos a las decisiones de política monetaria global y a los datos económicos clave que podrían influir en su trayectoria a mediano plazo, afirma.
El precio del oro ha experimentado un notable ascenso en los mercados asiáticos este viernes, posicionándose para cerrar la semana con ganancias significativas.
“Este movimiento alcista ha sido impulsado principalmente por el aumento de tensiones entre Rusia y Ucrania, que llevó a los inversores a buscar activos refugio como el metal amarillo”, dice.
“Los rendimientos más altos de los bonos del Tesoro han presionado al metal, pero la creciente demanda de activos refugio ha superado estas fuerzas adversas”, comenta el analista de mercados de ActivTrades.
Manuel Villegas, analista de activos digitales de Julius Baer, recuerda que los precios están altos y el mercado está relativamente sobreextendido, pero “el desempeño de las criptomonedas es posible que se mantenga en esta situación”.
“Desde los resultados de las elecciones en Estado Unidos hemos reiterado que no anticipamos grandes obstáculos para Bitcoin en el corto plazo”, apunta el experto.
La demanda es fuerte, con los ETFs de Bitcoin al contado registrando flujos netos de casi 30 mil millones de dólares desde su aprobación en enero en 2024, y los activos totales bajo gestión alcanzando los 100 mil millones de dólares.
“En el mercado de derivados, el interés abierto ha sorprendido, especialmente en las opciones de los ETFs al contado recién aprobados en Estados Unidos, que han sido todo un éxito”.
En términos de volatilidad implícita, las opciones están ligeramente más altas que sus contrapartes cripto-nativas, y los inversionistas tradicionales pagan una prima marginal.
El interés abierto en futuros perpetuos y contratos a plazo sigue por encima de los 40 mil millones de dólares, aunque las tasas de financiamiento se han normalizado ligeramente tras el impulso postelectoral.
“No es descabellado pensar que podríamos ver un nuevo capítulo de escasez de oferta el próximo año, el mismo factor que nos llevó a prever el año pasado que los precios solo podían ir en una dirección cuando la demanda crecía a un ritmo mucho mayor que la oferta”, concluye Manuel Villegas.
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