¿Alguna vez una deuda te ha quitado el sueño? No eres el único. El estrés generado por la incertidumbre económica puede generar afectaciones a la salud.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud Financiera, 78.8% de la población de 18 años o más manifestó tener mucha, alguna o cierta preocupación por la acumulación de deudas, presentando diversos problemas fisiológicos como dolor de cabeza; falta de sueño; problemas gastrointestinales, de presión arterial, alimenticios; e incluso, conflictos familiares y con amigos.
Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera Citibanamex, considera que todas estas afectaciones se pueden prevenir con el hábito del ahorro.
“Destina periódicamente un porcentaje de tu ingreso como si fuera un gasto fijo y mantén ese hábito. En el futuro ese recurso te servirá para solventar una emergencia, destinarlo a una inversión que te ofrezca mayores potenciales de rendimiento o adquirir un bien que necesites”.
Asimismo, opta por usar el crédito a tu favor. ¿Cómo? Evitando usar créditos para adquirir bienes o servicios que seguirás pagando después de haberlos utilizado.
En este sentido, Ordaz recomienda usar esta herramienta para iniciar un negocio o adquirir un bien inmueble, ya que son opciones que darán beneficios económicos en el futuro.
Otra forma de evitar el estrés financiero es ahorra para el retiro, ya que tú yo del futuro te lo agradecerá eternamente.
“Si ya estás trabajando formalmente, con afiliación al IMSS, investiga los pormenores de tu cuenta. Nadie más que tú tiene el poder de decidir que Afore elegir. Realiza aportaciones voluntarias y de ser posible crea un fondo complementario para el retiro”.
Asimismo, considera que los accidentes y enfermedades nos pueden afectar sin importar el sexo, la edad, la condición económica o el lugar donde vivimos.
“Siempre es mejor prevenir que lamentar así que podrías realizar un diagnóstico y determinar dónde te hace falta protección. Lo recomendable es primero pensar en ti mismo, después en tus dependientes económicos, luego proteger tu hogar y al final tu automóvil”.
Recuerda que más vale tener un seguro y no necesitarlo que necesitar un seguro y no tenerlo.
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