Se estima que 52% las empresas familiares mexicanas presentan algún grado de riesgo de no subsistir, esto debido a la acumulación de malas prácticas que afectan la dinámica familiar, provocan su desintegración y el fracaso del negocio.

Así lo reveló el estudio “Nivel de progreso de las Empresas Familiares para lograr su continuidad y armonía”, realizado por Centro de Investigación para Familias de Empresarios (CIFEM-BBVA) de IPADE Business School.

De acuerdo con el estudio, un 45% tiene temas pendientes de resolver y únicamente el 3% de las organizaciones presentan un nivel adecuado de progreso para lograr subsistir en el tiempo.

Además, los procesos de sucesión entre generaciones siguen siendo el mayor reto que enfrentan las empresas familiares, pues 57% de los encuestados está en riesgo de complicar su supervivencia empresarial por no determinar los tiempos y procesos sucesorios.

El informe muestra que en 2023 hubo un ligero descenso del número de empresas familiares en una segunda generación en comparación con las estadísticas mundiales.

Donde en México el 21% de las empresas está en la segunda generación contra un 22%, según los estándares mundiales.

Esta situación que se repite en la tercera generación y posteriores, donde se observa un 6% contra el 11% de estándar mundial.

Asimismo, el reporte indica que la institucionalización, profesionalización y desarrollo del buen gobierno siguen siendo áreas de gran oportunidad para las empresas familiares.

Sólo un 5% de las empresas manifiesta estar en orden en este rubro; 69% requiere trabajar intensamente en el tema y 26% presenta áreas de oportunidad.

Alfonso Bolio Arciniega, profesor decano de las áreas de Factor Humano y Empresa-Familia del IPADE, puntualizó que “formalizar y profesionalizar los órganos de gobierno de la empresa familiar es vital para llevar a cabo transiciones generacionales exitosas”.

Liderazgo en las empresas

El informe 2023 también explora el liderazgo de las mujeres, donde 25% de las empresas familiares son dirigidas por ellas.

Lo que indica que se está lejos todavía de un equilibrio en estas posiciones, aunque se han visto avances con respecto al primer informe, cuando había 9% de mujeres líderes.

Por otro lado, el informe muestra que, a pesar del contexto económico complejo, es positivo que 76% de las empresas familiares participantes reporten progreso y crecimiento en sus ventas.

Lo anterior indica un aumento en su patrimonio en los últimos tres años, señal de la fortaleza de estas organizaciones.

 

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