El 12 de junio se instauró como el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, el cual busca concientizar sobre este problema entre niños y adolescentes de todo el mundo.

La Organización Internacional del Trabajo afirma que deben eliminarse con urgencia, en especial, las peores formas de trabajo infantil debido al riesgo que implican para su vida y salud.

México ha hecho esfuerzos por erradicar el trabajo infantil en todas sus formas; sin embargo, hay rezagos y una amplia proporción de niños realiza actividades consideradas como peligrosas e incluso no remuneradas.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), revelan que en 2022 la población de niños y adolescentes de 5 a 17 años en México fue de 28.4 millones.

De esta población, 3.7 millones se encontraban en condición de trabajo infantil, es decir, 13.1% de la población infante.

Este dato es superior al de 2019, cuando se reportaron 3.3 millones de niños y adolescentes en condiciones de trabajo infantil, una proporción de 11.5 por ciento.

De acuerdo con el Inegi, en 2022 se observó una mayor presencia de niños varones en trabajo infantil, con 60.2% o 2.2 millones de niños, respecto a 39.8% o 1.5 millones de las niñas.

El mayor porcentaje de la población en trabajo infantil estaba dentro del grupo de 15 a 17 años, con 48.9 por ciento.

Siguió la población de 10 a 14 años, con 40.4% y por último, la de 5 a 9 años, con 10.8 por ciento.

Condiciones de trabajo infantil

En 2022, de los 3.7 millones de los niños en situación de trabajo infantil, el 48.6% se desempeñaba en ocupaciones no permitidas.

El 42.9% en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas y 8.5% niños realizaba ambos tipos de actividades.

Entre las niñas, 59.7% realizaba principalmente quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas por horarios prolongados, mientras que 33.2% estaba activa en alguna ocupación no permitida.

El mayor porcentaje de niños en trabajo infantil estaba en ocupación no permitida, con 58.8 por ciento.

Siguió quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas por horarios prolongados, con 31.7 por ciento.

¿Y la escuela?

De acuerdo con el Inegi tres de cada 10 niñas, niños y adolescentes en trabajo infantil no asistían a la escuela.

El porcentaje aumentó entre niños, pues 32.0% no lo hacía. Entre las niñas, 27.0% estaba en esta condición.

El porcentaje de la población de infantes que no asistía a la escuela aumentó entre quienes realizaban actividades en ocupaciones no permitidas (39.9%) y disminuyó para quienes realizaban quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas (21.1%).

Largo camino por recorrer

En los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el año 2030, del cual México es firmante, se pretende poner fin a todas las formas de trabajo infantil y explotación laboral. Pero aún queda mucho por hacer.

Para la OIT La prevención y eliminación del trabajo infantil a través de la justicia social debe de ser llevada del discurso a la realidad.

 Se deben emprender políticas públicas, programas y acciones que se vuelvan herramientas para prevenir y eliminar el trabajo infantil; y que todas ellas, les brinden a los infantes una oportunidad para que vivan plenamente su niñez y adolescencia.

 

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