Tras un crecimiento de la economía mexicana por arriba del 3% en 2022 y de 3.2% en 2023, la compañía internacional de seguros Allianz Trade prevé que este y el próximo año haya un menor dinamismo o desaceleración, con un PIB de 2% en promedio.

En su informe “Atlas de Riesgo País 2024: Evaluación del riesgo de impago en las principales economías”, Allianz comenta que los últimos dos años hubo un buen dinamismo económico.

“Derivado de la recuperación de los servicios y de la producción industrial, respaldada por una economía estadounidense sólida, la tendencia del nearshoring, un mercado laboral ajustado y salarios en aumento”.

Sin embargo, para este 2024 y el próximo año, Allianz Trade detalla que la economía mexicana “perderá impulso gradualmente”, debido a un dinamismo más débil en Estados Unidos, su principal aliado comercial, y a los efectos retardados de una política monetaria más restrictiva.

Próximo gobierno

De acuerdo con el informe, se espera que a mediano plazo las tasas de crecimiento en el país aumenten, dependiendo de la política nacional que adopte el próximo gobierno, al recordar que las siguientes elecciones presidenciales son en junio de este año.

Si bien México se beneficiará por el nearshoring, pues gracias a ello en 2023 se convirtió en el principal socio comercial de Estados Unidos, superando a China.

Mientras que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que las ganancias adicionales de las exportaciones podrían alcanzar los 30 mil millones de dólares, hay factores limitantes para el crecimiento de la economía nacional.

“La actual política proteccionista/estatal hacia los sectores energético y minero parece ser un factor limitante, ya que es poco probable que el Estado pueda cubrir los altos niveles de inversión necesarios (particularmente en la extracción de litio)”, expone el documento.

Otros de los factores o “debilidades” que podrían afectar el crecimiento son: la integración financiera, pues la volatilidad del mercado está impulsada por el riesgo político tanto interno, más o menos favorable a las empresas, como externo sobre todo por Estados Unidos.

Y es que si bien la incertidumbre comercial se disipó, persisten las dudas sobre la implementación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

También una posición fiscal muy sensible al precio del petróleo (ya que representa 30% de los ingresos públicos); sensibilidad al ciclo económico estadounidense (debido a que un 80% de las exportaciones de México se dirigen a ese mercado).

«Hay cuestiones de inseguridad relacionadas con el narcotráfico, y el Estado de derecho y el control de la corrupción están por debajo del promedio de América Latina», expone Allianz Trade.

Inflación

Las proyecciones de Allianz Trade para la inflación son: una tasa promedio de 5.5% para 2024 y 3.8% para 2025, pues vislumbra menos “shocks” o “golpes” externos derivados de la pandemia y las tensiones geopolíticas, como la guerra entre Rusia y Ucrania, además de que la actual política monetaria ha contribuido a una trayectoria descendente.

Panorama exterior

Asimismo, Allianz Trade expone que México sigue siendo “sólido” hacia el exterior.

La tendencia del nearshoring debería respaldar las exportaciones, pese a una desaceleración en Estados Unidos y debería impulsar los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) durante el período previsto, ayudando al país a cubrir cómodamente la dinámica de su cuenta corriente.

“Si los flujos de capital son insuficientes, el colchón de reservas de México ayudará a mitigar los riesgos de balanza de pagos.”

Riesgo político y entorno empresarial

Allianz Trade evalúa el riesgo político, derivado de las próximas elecciones federales, como “moderado”, mientras que el entorno empresarial es “competitivo, pero en deterioro”.

Según la encuesta del Índice de Libertad Económica 2022, de la Heritage Foundation, México está en el puesto 67 entre 177 países, por encima de los promedios regionales y mundiales.

 Tiene puntuaciones favorables respecto a la carga fiscal, el gasto público, la libertad fiscal y la libertad de inversión; sin embargo, tiene baja calificación en materia de “derechos de propiedad, eficacia judicial e integridad gubernamental debido a un Estado de derecho débil, un sesgo hacia las empresas estatales y políticas que perjudican al sector privado”, lo cual pesa sobre el clima empresarial, indica Allianz.

 

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