El comportamiento del peso mexicano en 2024 está intrínsecamente vinculado a una serie de factores que generan incertidumbre e influencia.

La proximidad de las elecciones presidenciales en México, combinada con la posible reintegración de Donald Trump en Estados Unidos y sus amenazas arancelarias, establece un panorama financiero complejo.

Además, la política de tasas de interés de la Reserva Federal estadounidense añade un elemento adicional de incertidumbre.

Este contexto político nacional e internacional contribuye de manera significativa a la volatilidad de la moneda mexicana, generando precaución entre los inversores que ajustan sus estrategias ante esta incertidumbre.

Comentario:

El peso mexicano será de gran importancia para este 2024, ya que su comportamiento estará moldeado por las relaciones comerciales, medidas políticas y económicas nacionales, así como por las tensiones geopolíticas y fluctuaciones en los precios de los commodities.

La incertidumbre en torno a estos factores crea un ambiente cauteloso entre los inversores que buscan anticipar los posibles cambios en su valoración.

La volatilidad del peso mexicano en 2024 se ve influenciada significativamente por las elecciones presidenciales que tendrán lugar en México.

La incertidumbre política que rodea estos comicios, combinada con factores externos como la posible vuelta de Donald Trump en Estados Unidos y sus amenazas arancelarias, crea un entorno financiero complejo.

Además, la política de tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) estadounidense añade otro nivel de incertidumbre. Este contexto de eventos políticos tanto a nivel nacional como internacional contribuye a la volatilidad del peso mexicano, manteniendo a los inversores alerta y adaptando estrategias en medio de esta incertidumbre.

Los pronósticos proporcionados por el Banco de México (Banxico) apuntan a un rango entre 17.68 y 18.67 pesos para el año 2024, adoptando un enfoque conservador.

A pesar de la inflación pronosticada del 4.02%, no se vislumbra un retorno pronto al objetivo del 3%, aunque se proyecta un crecimiento económico del 2.29%.

La economía mexicana ha atravesado altibajos, desde un nulo crecimiento antes de la pandemia hasta una recuperación reciente.

La inflación, que alcanzó su máximo histórico en 2022, ha disminuido gracias a la política monetaria de Banxico.

 Mientras tanto, el peso mexicano, desde mediados de 2022, ha disfrutado de una posición fuerte frente al dólar, ganando la etiqueta de «superpeso».

En este escenario de incertidumbre global, el peso se encuentra en la encrucijada de la geopolítica y las decisiones de la FED, buscando mantener su estabilidad en un entorno económico cada vez más impredecible.

En la actualidad, el peso mexicano se encuentra cotizando alrededor de los 17.09, en proximidad a la media móvil de 200 periodos en gráficos de 4H.

Esta situación podría generar una significativa volatilidad en la moneda, ya sea en apoyo de su tendencia bajista hacia los mínimos de 16.80, o en la búsqueda de un cruce dorado que llevaría al dólar nuevamente al alza frente al peso mexicano, con un objetivo dirigido hacia la resistencia de 17.55, según indican los osciladores técnicos.

A medida que el «superpeso» busca mantener su estabilidad en un entorno económico cada vez más impredecible, la atención se centra en cómo evolucionarán los datos económicos en México, así como la evolución de la economía global.

 

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