Las sucursales del banco BBVA que permanecen cerradas en las zonas más afectadas por el impacto del huracán “Otis” en Guerrero, permanecerán cerradas al menos dos semanas, ya que no existen las condiciones de seguridad.

Así lo explicó el director general de BBVA México, Eduardo Osuna, quien destacó que esta decisión se debe principalmente a la vandalización, ya que de acuerdo a reportes hubo cajeros automáticos que fueron arrancados de su lugar.

“El principal problema es la vandalización, nosotros estaremos disponiendo esas sucursales, primero con nuestra capacidad de remodelar una sucursal, dos semanas es una velocidad super récord.

Y luego cómo vayamos viendo los niveles de seguridad de la plaza, si no vemos una seguridad no vamos a llevar cajeros nuevos que ya los teníamos listos no los vamos a poner”.

El directivo precisó que hasta el momento ya tienen una visión casi completa de lo ocurrió con la infraestructura física de la institución.

Reiteró que si bien en Guerrero hay 32 sucursales bancarias y las 16 que permanecen cerradas están en las zonas más afectadas, no operaran en tanto no se garantice la seguridad.

“Hubo cajeros automáticos que se los llevaron, hubo tiempo para amarrar un cajero con un camión y llevárselo.

Hubo vandalización de cajeros automáticos que se robaron totalmente, se metieron a las sucursales pues todos los dispositivos de seguridad no son infalibles.

 Lo anterior lo propició la falta de energía eléctrica y la falta de acceso a muchas zonas de Acapulco.

«Llegamos a Acapulco con nuestros equipos de seguridad hasta el día viernes y el sábado ya tuvimos una visión casi completa de lo que pasó a nuestra infraestructura física”

Seguros de afectados

En cuanto a los seguros, dijo que se tienen registrados 4 mil 700 inmuebles y 5 mil 200 automóviles que cuentan con una póliza, los cuales pudieron registrar afectaciones.

Aunque reconoció que para los ajustadores entrar a la zona no ha sido fácil.

Postergará créditos en zonas afectadas

Osuna recordó que en las zonas más afectadas, la institución podría diferir 67 mil créditos por un saldo de 3 mil 200 millones de pesos, mismos que podrán entrar a un plan de diferimiento de pagos de hasta por seis meses desde el próximo 6 de noviembre.

“El plan de apoyo está en marcha y una vez que venga la salida de los planes de apoyo seis meses, después iremos seguramente haciendo refinanciamientos muy particulares en función de la situación en la zona.

Luego va a ser un proceso de reactivación económica y colaboración en muchas fuentes de empleo, se debe trabajar rápidamente en un programa de empleo temporal”, puntualizó.

 

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