La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada día, más de un millón de personas contraen una enfermedad de transmisión sexual, siendo la mayoría casos asintomáticos, por lo que la prevención sigue siendo el principal método para evitar padecimientos.

En México, las principales enfermedades de transmisión sexual son:

  • Condilomas acuminados (producidos por el virus del Papiloma Humano o VPH)
  • Sífilis adquirida (producida por la bacteria Treponema pallidum)
  • Gonorrea (producida por la bacteria Neisseria gonorrhoeae)
  • Herpes Genital (Producido por el virus del herpes simple)
  • Clamidiasis (producida por una bacteria)
  • Tricomoniasis (producida por el protozoario Trichomonas vaginalis)
  • Sífilis congénita en el recién nacido (Transmitida por la madre durante el parto)

Prevención de enfermedades de transmisión sexual

“En este sentido es importante recordar que para tener una vida sexual plena es importante priorizar la prevención mediante el uso adecuado de anticonceptivos (como el condón), así como la realización periódica de pruebas diagnósticas y asesoramiento médico para reducir el riesgo de contraer y propagar enfermedades de transmisión sexual”, explica Paulina Mejía, Química Farmacéutica Bióloga (QFB) de Kabla, empresa líder en distribución de pruebas diagnósticas.

En el marco del Día Mundial de la Salud Sexual, que se conmemora el 4 de septiembre, Kabla enumera cuatro tipos de pruebas diagnósticas, indispensables para prevenir y detectar de forma oportuna las enfermedades de transmisión sexual.

1. Pruebas rápidas

Son de uso doméstico y de autodiagnóstico, ya que permiten a las personas realizar la prueba en la privacidad de su hogar. Suelen basarse en la detección de anticuerpos o antígenos y ofrecen resultados en poco tiempo, generalmente en unos minutos. “En este sentido es importante tomar en cuenta que los resultados de las pruebas rápidas es recomendable complementarlas con diagnósticos de laboratorio a fin de recibir un tratamiento adecuado”, advierte la especialista.

2. Pruebas con hisopo

Generalmente este tipo de diagnósticos se emplean para detectar enfermedades como gonorrea, herpes, clamidia o el Virus del Papiloma Humano, este último padecimiento considerado como de alto riesgo ya que puede evolucionar en cáncer cervicouterino si no se detecta a tiempo. Cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estiman que
más de la mitad de mujeres y hombres con vida sexual activa podrían estar infectados.

Las pruebas con hisopos consisten en tomar una muestra de células del sitio de infección para posteriormente analizarla en un laboratorio donde se evalúa su apariencia a fin de detectar posibles cambios celulares anormales.

3. Análisis de sangre

Durante este diagnóstico se toma una muestra de sangre a fin de analizarla para detectar enfermedades como sífilis, VIH o en ocasiones herpes. Las pruebas de detección de anticuerpos, los diagnósticos de detección de antígenos y las pruebas de amplificación de ácido nucleico (NAAT) son los principales métodos que los profesionales de la salud utilizan
para detectar ETS.

4. Análisis de orina

Para este diagnóstico se ocupa una muestra de orina a fin de detectar enfermedades como clamidia, herpes, gonorrea y VPH. Al igual que las pruebas con hisopo los métodos de análisis más comunes son el cultivo microbiológico y las pruebas de anticuerpos. Se utilizan generalmente para identificar infecciones en el tracto urinario o infecciones que puedan ser
transmitidas a través de la orina.

“Actualmente las pruebas para detectar enfermedades de transmisión sexual han evolucionado significativamente en términos de sensibilidad y conveniencia. La mejor prueba es aquella que puede complementarse con el asesoramiento médico a fin de tomar decisiones informadas sobre la salud sexual”, advierte la QFB de Kabla.

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