La alta inflación y otros factores macroeconómicos han provocado que muchos mexicanos no puedan pagar sus deudas, pese a ello como deudores tienen derechos, ¿sabes qué sí pueden hacer los despachos de cobranza y qué no? ¡No te dejes amedrentar!
Y es que el Banco de México estima que hay más de 123 mil 500 millones de pesos de cartera vencida de la banca comercial.
Mientras que la Startup mexicana de servicios de atención al cliente y cobranza Coperva estima que sólo durante la cuesta de enero el promedio de morosidad en entidades financieras ascendió a más de 40 mil pesos; mientras que en el sector bancario la cifra se ubicó en 50 mil 484 pesos.
Alan Ramírez Flores, CEO de Coperva, considera que en la recuperación de esa cartera los despachos de cobranza realizan malas prácticas con los deudores, además existe una poca educación financiera que permita a los usuarios los límites de estas empresas.
Los despachos de cobranza no pueden violar tus derechos
Es importante que los usuarios del sistema financiero conozcan cuáles son las malas prácticas de los despachos de cobranza y por las cuales pueden poner una queja ante la Comisión Nacional para la Defensa y Protección para los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Los despachos de cobranza funcionan como intermediarios una vez que la entidad financiera buscó al deudor y solicitó el cumplimiento del pago sin éxito o bien por una falta de acuerdos pactados. Entre las principales condiciones y facultades que deben cumplir destacan:
¿Qué pueden hacer?
- Brindar en todo momento información al deudor sobre su situación financiera, esto debe hacerse de manera cordial y personal, es decir no puede negociar con algún intermediario.
- La comunicación con el deudor debe realizarse en días y horarios hábiles.
- Todo acuerdo que se alcance para cubrir el adeudo debe quedar por escrito, señalando todas sus características en las que habrá de realizarse el pago.
¿Qué no pueden hacer?
El último reporte de la Condusef establece que durante el 2022 la dependencia registró más de 20 mil 500 reclamaciones por presuntas malas prácticas de agentes en la gestión de cobranza de créditos. Entre las principales actividades no permitidas sobresalen:
- Utilizar un nombre o denominación que se asemeje a una institución pública.
- Amenazar o intimidar con embargos o acciones de cobranza judicial para infundir miedo.
- Enviar documentos que aparenten ser escritos judiciales o de alguna dependencia jurisdiccional.
- Hacer gestiones de cobro, negociación o reestructuración con personas que no son los deudores.
“Las malas prácticas, amenazas e intimidaciones de algunas de estas empresas han llevado a que cerca de 70% de las personas han tenido una mala experiencia con empresas de cobranza. Por ello, es importante que el deudor verifique que se trata de una entidad debidamente registrada en la página del Registro de Despachos de Cobranza (Redeco) de
la Condusef, así como tener claridad de los términos del acuerdo de regularización del adeudo”, concluye Alan Ramírez.