En el documento‘Fortalecimiento de la participación laboral femenina. Recuperación post pandemia’, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria analiza el papel de las mujeres en el mercado laboral posterior a la pandemia, así como el impacto fiscal de la participación femenina y la relación con el trabajo de cuidados.
En este estudio el CIEP expone que, en el último trimestre de 2022, de las 52.7 millones de mujeres en edad de trabajar en México, el 46.2% están empleadas o buscan activamente un empleo, cifra que supera por 0.8 puntos porcentuales los niveles prepandemia, sin embargo, sólo el 43.6% de ellas tiene un empleo formal.
Aunque la participación laboral femenina ha recuperado los niveles prepandemia, la recuperación ha estado impulsada
por empleos en los niveles más bajos de ingresos.
De 2019 a 2022, hubo un aumento del 60% en el número de mujeres que ganan hasta un salario mínimo. En 2019, 5.7 millones de mujeres ganaron un salario mínimo.
Para 2022, 9.1 millones de ellas ganaron un salario mínimo. El salario mínimo por día fue de 172 pesos por día, es decir que, en 2022, 9.1 millones de féminas ganaron 3 mil 457 pesos al mes.
Por el contrario, las mujeres que ganaban hasta 5 salarios mínimos cayó -51.7% durante el mismo periodo. Al ultimo trimestre de 2022, solo 250 mil mujeres ganaron más de 17 mil 287 pesos al mes.
Una parte del incremento de las mujeres ocupadas en los salarios más bajos se puede deber a que el salario mínimo
ha creció en 57 % de 2019 a 2022, dijo el CIEP.
Doble carga de trabajo
El estudio resaltó que la incorporación de las mujeres al mercado laboral ha provocado una disminución en el tiempo disponible de las mujeres. Pues hay un incremento de su participación en el trabajo remunerado mientras que la carga de cuidados no disminuye.
Y es que persiste una desigualdad en la distribución de las tareas domésticas y de cuidados, que recaen principalmente en las mujeres.
Según datos del último trimestre de 2022, el 91.1% de las mujeres ocupadas declararon que trabajan y realizan las tareas domésticas, mientras que solo el 2.1 % de ellas declaró dedicarse únicamente al trabajo remunerado. En contraste, el 21% de los hombres dedica su tiempo solo al trabajo remunerado y el 59.3% de los hombres ocupados trabaja y realiza tareas domésticas.
Los costos
La baja participación de la mujer en el mercado laboral representa costos económicos en términos de producción y recaudación tributaria: las mujeres aportan el 36% del total de la recaudación de ISR de personas físicas y asalariadas, mientras que los hombres el 64%. Esto representa una brecha en la recaudación de 1.7% del PIB, lo cual podría disminuir con un nuevo pacto social que considere el trabajo de cuidado.
El CIEP puntualiza que, para avanzar hacia la igualdad de género y el desarrollo sostenible, es necesario aumentar la participación de las mujeres en trabajos formales con salarios justos, así como redistribuir y reconocer las labores de cuidados, pues incorporar a mujeres al mercado laboral puede tener un impacto positivo en el crecimiento económico del país y en la recaudación de impuestos
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