La presidenta Claudia Sheinbaum presumió que el Producto interno Bruto (PIB) de México aumentó 0.2% durante el primer trimestre de 2025, e incluso, descartó una recesión.
«Decían que íbamos a entrar en recesión, pero hay crecimiento. Claro que queremos más, pero frente a la incertidumbre internacional y las medidas como los nuevos aranceles impuestos por el presidente Trump, es una buena noticia”, subrayó.
En su tradicional conferencia matutina, la mandataria dijo que el desempeño económico se trata de un reflejo de la fuerte economía actual.
Además, dijo estar enterada que la economía de Estados Unidos se contrajo durante el mismo periodo debido a la guerra de aranceles.
Sin embargo, descartó que la baja de 0.3% en el PIB de Estados Unidos vaya a causar afectaciones en el país, debido a que se cuenta con el Plan México, el proyecto que busca reforzar la economía local ante la cambiante situación comercial en el mundo.
La presidenta adelantó que mayo será un mes de anuncios del Plan México, todos en torno del fortalecimiento de la economía nacional y producción local.
«Tenemos un plan, que es el Plan México, para evitar una recesión, y le damos seguimiento todas las semanas… El 5 de mayo vamos a tener anuncios muy importantes relacionados con el Plan México; el 16 de mayo otros, y el 19 de mayo también habrá eventos clave para fortalecer la economía”.
También enfatizó los avances en empleo e inflación: “Estamos en los niveles más bajos de desempleo para el mes de marzo y la inflación prácticamente se mantiene”.
Asimismo, la mandataria también manifestó que se trabaja para diversificar los mercados y comentó que en 2026 estará listo el tratado con Europa.
Mencionó que se ha demorado porque se sacó el tema de energía “y eso es muy bueno, pero sigue la comunicación con Europa”.
Asimismo, sostuvo que las pláticas comerciales con Brasil están avanzadas. En estos días, indicó, el secretario de comercio de ese país, Lucas Ferraz, se reunirá con el secretario de Hacienda, Edgar Amador para ver qué opciones de colaboración pueden darse entre ambas naciones.
“Pero particularmente económica de complementariedad, es decir, que no se sustituyan productos que se fabrican en México por los de Brasil, sino más bien qué podemos darles nosotros que no fabriquen y qué pueden ellos darnos que no fabriquemos, y cómo podemos fortalecer la inversión de Brasil en México y de México en Brasil”.
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