En México, menos de la mitad de la población adulta tiene ahorros para la vejez, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024.

El documento elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) indica que 42.2% de la población de 18 a 70 años poseía una cuenta para el retiro o afore en 2024.

Esta proporción se ha mantenido en los años de levantamiento de la ENIF, en 2015 cuando comenzó, ascendió a 41.2 por ciento.

Según sexo, 34.2% de mujeres y 51.4% de hombres tenían una cuenta de ahorro para retiro o afore el año pasado.

La brecha entre mujeres y hombres presentó una magnitud similar a años anteriores. En 2024 alcanzó una diferencia de 17.2 puntos porcentuales.

Por región, la noreste registró el mayor porcentaje de población con cuenta para el retiro o afore con 54.8 por ciento. Siguieron la noroeste (53.1%) y Ciudad de México (48.5%).

 

¿Hay ahorro voluntario para la vejez?

El año pasado, 7.9% de la población que tenía cuenta para el retiro o afore, realizó aportaciones voluntarias. Al comparar con la ENIF 2015, este porcentaje aumentó 4.5 puntos porcentuales.

Según sexo, 7.0% de mujeres y 8.6% de hombres que tenían una cuenta para retiro o afore realizaron aportaciones voluntarias.

En relación con 2015, la proporción creció 3.8 puntos porcentuales ente las mujeres y 5.1 puntos porcentuales entre los hombres.

Los expertos en ahorro para el retiro sostienen que el incremento responde a que los mexicanos, especialmente las nuevas generaciones, están conscientes de que al llegar al retiro no tendrán recursos suficientes para pasar su vejez si no hacen aportaciones voluntarias.

 

¿Cómo cubrirán sus gastos en las vejez?

En cuanto a los medios que la población consideró que utilizaría para cubrir sus gastos en la vejez, 68.2% mencionó que recurriría a los apoyos del gobierno, 63.7% señaló que continuaría trabajando, 50.3% utilizaría su pensión o jubilación y 43.8% recurría al apoyo económico de familiares.

Al comparar con 2021 la población que esperaría recibir apoyos de gobierno incrementó en 11.0 puntos porcentuales.

Por otro lado, se observó una disminución de 4.1 puntos porcentuales en la consideración de seguir trabajando y de 5.9 puntos porcentuales en el uso de dinero proveniente de familiares.

 

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