Con la pandemia de Covid-19, muchas personas perdieron el miedo a los pagos digitales, hoy ya no se imaginan otra manera de hacerlo; sin embargo, aún existen áreas de oportunidad para que el efectivo se use menos.
De acuerdo con el Banco Mundial, 76% de la población adulta tienen una cuenta bancaria o dinero móvil. Y son países como China, Reino Unido, Países Bajos, Bélgica los que buscan que el camino hacia un mundo sin efectivo sea a través del cashless.
Los pagos sin efectivo, también conocidos como cashless se realizan transacciones a través de diversos métodos, como tarjetas bancarias, transferencias, e-wallets o códigos QR, es decir, sustituyen a los billetes o monedas.
El rango de montos con los que se paga sin efectivo
Se estima que 16% de la población mexicana, entre los 18 y 59 años, usa tarjetas de débito o crédito para compras de más de 500 pesos, de acuerdo con el último reporte de resultados de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera.
No obstante, durante los últimos años, los pagos cashless han ganado terreno debido a que se adoptan nuevas tecnologías para brindar al usuario calidad, servicio y comodidad al hacer compras o pagos cotidianos, disminuir costos y otorgar seguridad al no tener que manejar dinero en efectivo, establece la aplicación especializada en pagos móviles, dapp.
Entre los beneficios más importantes de darle a los usuarios la opción de usar las nuevas alternativas de pagos están:
-Tener el control de sus finanzas
-Recibir incentivos y descuentos en establecimientos
-Brindar seguridad sobre la información personal al no necesitar, datos psicométricos, huella digital, el rostro del usuario para cerrar el pago o la opción de no portar efectivo.
Se estima que para el 2030 el tamaño del mercado mundial de pagos digitales alcance 361,300 millones de dólares, lo que refleja que las personas confían cada vez más en la innovación tecnológica de las carteras digitales.
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